Habitualmente los problemas que vemos o tenemos son la consecuencia de otra información más profunda (inconsciente) que pasa desapercibida.
La hipnosis clínica ahorra mucho tiempo de indagación, pues guía a la persona directamente al origen de la información inconsciente que está en la base de toda su situación. No es un estado de inconsciencia donde la persona pierde el contacto con el mundo real circundante, sino más bien un estado de hiperconsciencia donde la mente se expande y focaliza y en un estado de cómoda relajación puede evocar recuerdos, aportar soluciones, multiplicar potenciales… La persona está consciente todo el tiempo y puede hablar y recordar íntegramente la sesión.
Es una herramienta perfecta de introspección en el inconsciente de la persona. Busca el origen y la causa de cualquier motivo de consulta y aporta soluciones de manera rápida y eficaz, logrando no solo cambios sino una comprensión profunda y certera de qué la ha llevado a la situación el la que está.
Esta comprensión surge de lo más íntimo de cada persona, al no ser una explicación del terapeuta sino una certeza interna, no requiere más análisis.
El terapeuta guía y acompaña, orienta y reconforta, pero las soluciones las siente el consultante en su interior, son sus propios recursos, por lo que no existe solución mejor que esa para él.
Nuestros procesos conscientes representan apenas una pequeña parte de nuestra mente, siendo el inconsciente el que contiene toda la información y programación que condiciona y predetermina nuestra existencia.
La importante toma de consciencia que se propicia, no sólo implica una comprensión profunda de la programación que estaba condicionando la vida de la persona, si no que aporta una esclarecedora visión de la solución.