Puedo sentir tristeza, sin creer que soy una persona triste.
Puedo sentir enojo, rabia o frustración, sin creer que soy una persona malhumorada.
Puedo tener miedo sin creerme miedosa.
Puedo sentir incertidumbre sin creerme indecisa.
Puedo dejar que cualquier emoción me atraviese, sin identificarme ni apropiarme de ella.
Si llegase a creer que soy alguna de esas cosas, si me etiqueto como malhumorada, miedosa, apenada, indecisa… estoy apropiándome sin saberlo, de algo que en realidad no soy.
Y a continuación entraré en guerra y rechazo contra esa etiqueta que yo misma me he puesto.
Invertiré energía y tiempo en deshacerme de algo que yo misma estoy reteniendo.
Simplemente dejo ser, estar y pasar todo eso, como pasan las estaciones a lo largo del año.
Sin creerme invierno o verano…
Pues si me creo verano, rechazaré y lucharé contra la experiencia de ser otoño, invierno y primavera, desearé que el resto del año pase rápido para volver a sentirme verano de nuevo y me perderé tres cuartas partes de mi experiencia de vida.
Decido ser el experimentador que vive experiencias, aquel que observa a la vida expresarse, cambiar y transformarse.
Simplemente observando en cada instante lo que acontece… sin apropiarme de ello.
Gemma Pitarch.