Skip to main content
Blog

Víctima Verdugo…

Hay un triángulo de comportamientos muy claro y definido en la sociedad actual, el triángulo víctima, verdugo, salvador.

Todos oscilamos entre los tres personajes, aunque alguno sea más marcado que otro. 

Los tres discursos se alimentan de la creencia de que otro tiene la culpa de lo que les sucede, existen únicamente gracias a la fantasía de la separación y la dualidad. 

El verdugo dirá que su infancia, la sociedad o la necesidad lo hicieron así, lo que en el fondo es un papel de víctima de sus circunstancias. 

La víctima creerá que la culpa de su vida la tiene el verdugo y que si el verdugo dejase de hacer lo que hace se acabaría su sufrimiento.

El salvador necesita que haya víctimas y verdugos para encontrarle sentido a su existencia, sabe siempre lo que es mejor para los demás y es un compendio de consejos, pero miras su vida y es puro desastre.

Todos esperan, esperan y esperan a que el otro cambie, a que el mundo cambie o las leyes cambien para estar bien, pero ninguno asume la responsabilidad de cambiar algo en sí mismo. 

Mientras exista la posibilidad de cambiar algo y no se haga, nadie será víctima de nadie más que de su propio miedo. 

Y no habrá peor ni más tirano verdugo que aquel que permanece esperando a que alguien lo salve de su infierno, maltratándose al permanecer en su situación, teniendo la opción de cambiarla.

Para que el mundo cambie no podemos seguir creyendo en la fantasía de lo aparente, no hay partes, géneros o sexos, solo humanos desconectados de su divinidad y extremadamente confundidos, ajenos de sí mismos y su responsabilidad personal en lo que les sucede.

Una decisión valiente es lo que transforma lo humano en lo divino.

Gemma Pitarch

×