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Hallar el Entusiasmo

Habrás escuchado que para estar bien, tienes que alinear lo que haces, lo que sientes y lo que piensas en una misma dirección.
Si eliges transitar un camino por el que sólo van tus pies y tus ideas pero no tú corazón, pronto sentirás que vives una vida gris y sin sentido.
La tristeza, la monotonía y la añoranza de pasados más felices, serán tus compañeros de viaje.
Si eliges transitar un camino donde sólo van tus pies y tu corazón pero no tus pensamientos, pronto la duda y el miedo pararán tu recorrido.
Pues caminarás inseguro y cuestionando continuamente tu decisión.
¿Pero cómo elegir un camino por el que todas tus partes transiten en armonía, si casi siempre la razón y el corazón opinan distinto?
Hay mucha confusión implícita en esta pregunta.
Principalmente por dos creencias fuertemente instaladas en el inconsciente colectivo humano.
La primera es que: emoción y corazón son lo mismo, y no lo son.
La emoción es dependiente del pensamiento.
Piensa ahora en algo negativo y sentirás la emoción consecuente, piensa en algo positivo y verás como la emoción cambia.
Por lo tanto emoción es consecuencia de pensamiento, nada que ver con el corazón.
Emoción viene del latín emotio, emotionis, se deriva del verbo emovere, (mover, trasladar, impresionar) con el prefijo e-/ex- (de, desde) y significa retirar, desalojar de un sitio, hacer mover.
La emoción es movimiento e impulso, por lo que genera acciones automáticas e impulsivas.
Ahora déjame hablarte del corazón.
El corazón es “certeza” más allá de la razón, pero es una certeza calma que genera otra experiencia totalmente distinta: el Entusiasmo.
Entusiasmo procede del griego enthousiasmós, significa ‘rapto divino’ o ‘posesión divina’.
Está formado sobre la preposición en y el sustantivo theós ‘dios’
La idea es que cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo es un dios el que entra en nosotros y se sirve de nuestra persona para manifestarse, como les ocurría —creían los griegos— a los poetas o los profetas. Todos ellos estaban poseídos por la divinidad y por ello merecían respeto y admiración, pues llegaban a alturas que no podían ni siquiera vislumbrar las gentes de a pie.
Entusiasmo es lo que sienten los artistas inmersos en su obra, los inventores cuando pierden la noción del tiempo enfrascados en sus ideas, o los escritores cuando no levantan la mirada de su oredenador en horas.
Es lo que me sucede a mí cuando estoy dando un taller, y la gente me avisa que ya me he pasado una hora del tiempo programado para ir a comer y que los estoy matando de hambre.
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Entusiasmado estás en presente, estás en presencia, la inspiración, las ideas y las energías necesarias te asisten y el tiempo desaparece.
Ahora la segunda creencia importante es:
hay que tomar decisiones atendiendo a la razón, la lógica y el sentido común.
Si, y no.
Si, porque es evidente que si se me ocurre saltar por el balcón para volar como Superman, voy mal.
No, porque mi sistema de pensamiento es producto de las creencias colectivas de mi tiempo y siempre estará basado en lo que me han inculcado que es posible y que no, que es correcto y que no, que es aceptable y que no.
Los grandes genios siempre fueron tomados por locos, imagina si Leonardo da Vinci hubiese atendido a las creencias de su tiempo, nunca habría dibujado una de sus máquinas voladoras, pero su ENTUSIASMO fue más fuerte, afortunadamente.
Aún así necesariamente tuvo que hacer un trabajo de desidentificación del pensamiento de su época, estudiando filosofía,  metafísica y ciencias ocultas, empapándose del saber de las antiguas culturas para modelar su sistema de pensamiento y alinearlo con su Entusiasmo.
Leonardo sabía que el cerebro es una herramienta que debe ser puesta al servicio de Ser, y no que su divinidad y genialidad, permanecieran supeditadas a los límites del pensamiento de su época y sociedad.
Conclusión:
Si todavía no has hallado eso que te entusiasma, es porque te referencias en la razón y el sentimiento.
Vives la vida que los demás te han dicho que tienes que vivir y por lo tanto: No estás viviendo tu vida.
Si ya sabes lo que te entusiasma pero te para el miedo, es porque no has alineado tu pensamiento y sistema de creencias con tu corazón y tu divinidad.
Te toca estudiar y aprender las ideas acordes a tu deseo profundo, para que tu cerebro quede configurado a tu voluntad y no a la que otros dictan.
Entonces tus pies, tus ideas y tu corazón, iran en la misma dirección.
Gemma Pitarch
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